El quetzal es un hermoso pájaro de colores rojo, verde y con una larga cola. Existen dos subespecies, y sus colores reales pueden variar en función de cuál de ellos estés mirando. Es el ave nacional de Guatemala, y un personaje poderoso en varias leyendas de algunas culturas aborígenes.
Estado de conservación: casi amenazado.
Descripción. El quetzal es un ave de tamaño pequeño, midiendo de 14 al 16 pulgadas de largo, sin embargo, su cola es de unos 24 centímetros, y pesa cerca de 7 onzas. Tienen plumas gruesas que protegen su fina piel, y ojos grandes que se adaptan fácilmente a la penumbra de su entorno.
Distribución. Panamá y la zona sur de México son el hogar del Quetzal, tienden a vivir preferentemente en los bosques y la cubierta de los árboles, que los ayudan a mantenerse protegidos. Tienden a vivir en las regiones tropicales, con temperaturas cálidas durante todo el año.
Comportamiento. El quetzal no es muy fuerte en términos de vuelo, y para hacerlo se basan en la abundancia de árboles alrededor, donde pueden descansar. Sólo vuelan distancias cortas por vez, con el fin de encontrar comida y refugio. Tienden a vivir solos y son muy protectores de su territorio. La única vez que se emparejan es para aparearse y cuidar a sus crías.
Se trata de un ave silenciosa. Existen leyendas de la cultura maya que dicen que el pájaro solía cantar canciones hermosas, pero que se mantendrá callado hasta que su tierra sea completamente libre.
Alimentación. Consumen diferentes tipos de insectos que se encuentran en su entorno, también consumen pequeñas ranas, lagartijas y larvas. La fruta es una parte importante de la dieta para el Quetzal, pero gran parte de esta es estacional. Tienden a recordar qué tipos de frutas pueden obtener de una zona determinada, en un momento determinado del año.
Reproducción. El apareamiento se produce entre abril y junio. Los machos ofrecerán exhibiciones y bailes para conseguir la atención de una hembra, si a ella le interesa, realizará el reflejo de sus movimientos hasta crean baile sincronizado. Se aparean de por vida, por lo que son muy selectivos sobre la elección de un compañero.
Después del apareamiento, la hembra puede poner hasta 2 huevos de color azul claro en su nido. Crean su nido juntos, en un antiguo árbol que haya empezado a pudrirse. La pareja se turna para incubar los huevos durante 18 días, por lo general, el macho estará con ellos durante el día y la hembra por la noche.
Al principio ambos padres se preocupan por sus crías y les llevan alimentos, sin embargo, la hembra abandona al joven cerca del final del período de cría, dejando solo al macho en el cuidado de la descendencia. El macho, seguirá llevándoles comida por un par de semanas, a continuación, los jóvenes deberán estar preparados para atender a sus propias necesidades.
Conservación. La pérdida de hábitat representa un enorme problema para el Quetzal. Hoy en día se clasifican como especie casi amenazada. El hecho de que tantos árboles muertos suelan ser eliminados de los bosques les crea un problema, la falta de estos árboles puede impedir que se apareen, ya que no tienen el entorno adecuado para hacer su nido.