El esqueleto forma la estructura del cuerpo y constituye aproximadamente 1/5 parte del peso del cuerpo. Está compuesto por 206 huesos e incluye cartílagos, articulaciones y ligamentos. Además de formar nuestra estructura corporal, el esqueleto tiene varias funciones adicionales. Es el ancla y el apoyo de todos nuestros músculos, e incluso nuestros órganos. Protege algunos de los órganos vitales como el cerebro, la médula espinal, el corazón y los pulmones. Nos permite movernos con músculos unidos por tendones, utilizando los huesos como palancas. Es un lugar para almacenar grasas y minerales (calcio), así como para producir la mayoría de las nuevas células sanguíneas.
Los huesos pueden ser de muchas formas y tamaños. Los huesos largos tienen un eje largo y dos extremos más grandes. Entre ellos se incluyen los huesos de los brazos y las piernas. El hueso más grande del cuerpo, el fémur, es un hueso muy largo. Mide aproximadamente 2 pies de largo y es hueco para tener menos peso, aunque es muy fuerte para soportar el peso del cuerpo.
Los huesos cortos tienen forma de cubo e incluyen los huesos de la muñeca (carpo) y el tobillo (tarsos). Los huesos planos son delgados, curvos y aplanados, como el esternón y el cráneo. Por último, hay huesos irregulares como las vértebras y la pelvis. Cada sección del esqueleto tiene una función. A continuación descubre cuáles son todas las partes del esqueleto y cómo trabajan unidas para convertir al cuerpo en una potente máquina de movimiento.
El fémur
El fémur es el hueso más grande y más fuerte del cuerpo. Es un hueso largo que representa aproximadamente una cuarta parte de tu altura y es el punto de unión para algunos músculos poderosos. En la cadera, la cabeza en forma de bola del fémur se une con la pelvis en el acetábulo y es asegurada por un ligamento fuerte unido a la captitis fóvea de la cabeza. La cabeza se une (lateralmente) a un cuello corto que se adhiere al eje vertical del fémur. Debido a la forma en que la cabeza del fémur se conecta al lado del eje, el cuello es el punto más débil y propenso a una ruptura. Donde el cuello se une con el eje del fémur se encuentra el trocánter mayor en el exterior y el trocánter medial en el interior, los cuales están conectados por la línea intertrocantérica en el frente y la cresta intertrocantérica en la parte posterior. Los trocánteres son puntos de anclaje para los poderosos músculos de los muslos y las nalgas. En el lado posterior del fémur se encuentran más puntos de unión de músculos, la tuberosidad glútea que conduce hacia abajo del eje a la línea áspera en forma de cresta. En la parte inferior (distal), el fémur se extiende en una amplia base con los cóndilos mediales y laterales uniéndose con la tibia. Entre los cóndilos está la escotadura intercondílea. Fuera de ellos están los epicóndilos lateral y medial, que son puntos de unión para más músculos. La superficie rotular en la parte frontal se une con la rótula.
El pie
Los huesos del pie son el tarso (tobillo), el metatarsiano (pie) y los falanges (dedos). Existen 7 huesos tarsos, 5 metatarsianos y 14 falanges. Todos los dedos de los pies tienen 3 falanges, excepto el dedo gordo, que tiene 2.
El peso de todo el cuerpo recae en los pies. Ellos actúan como una palanca para mover el cuerpo hacia adelante cuando caminamos o corremos. Los tendones del pie los mantienen estable y lo conectan con los fuertes músculos de la pierna para lograr el movimiento.
La mano
La mano incluye los huesos del carpo (muñeca), los metacarpianos (palma) y los falanges (dedos). En total la mano tiene 27 huesos, 8 carpelos en la muñeca, 5 metacarpelos en la palma y 14 falanges (cada dedo tiene 3, excepto el pulgar, que tiene 2.)
La mano, con sus múltiples articulaciones, es flexible y ágil. Puede agarrar y levantar una maleta pesada tanto como recoger un alfiler.
Las caderas (pelvis)
La pelvis o cintura pélvica está formada por 2 huesos de la cadera (huesos coxales). Se juntan en el frente y en la espalda, uniéndose al sacro de la columna vertebral. Cada hueso coxal en realidad está formado por 3 huesos fusionados, el ilion, isquion y el pubis. En el exterior de cada hueso coxal hay un hoyo profundo, llamado el acetábulo, donde se encuentra la cabeza de los huesos de las piernas (el fémur).
La pelvis soporta y protege los órganos internos. La articulación de la cadera es muy importante para el movimiento de la pierna y está soportada por fuertes músculos y ligamentos. A pesar de que es una articulación redonda y hueca como el hombro, es más estable y menos móvil que esa articulación.
La pierna (extremidad inferior)
El miembro inferior incluye al fémur (muslo), la tibia (hueso de la espinilla) y el peroné (pierna), así como los huesos del pie: tarsos (tobillo), metatarsianos (pie) y falanges (dedos). La rótula se encuentra delante de la articulación de la rodilla, en el interior de un tendón muscular. El fémur es el hueso más grande del cuerpo y constituye aproximadamente 1/4 de la altura de una persona. Forma una articulación hueca y redonda en la cadera con la pelvis y una articulación de bisagra en la rodilla con la tibia.
Las articulaciones
Cuando se unen dos huesos siempre hay una articulación. Existen más de 230 articulaciones en el cuerpo. Pensamos en las articulaciones como un lugar donde se produce mucha flexión y movimiento. Esto es cierto, pero las articulaciones también son importantes para mantener nuestros huesos bien unidos. De hecho, algunas articulaciones están vinculadas con tanta fuerza que no permiten ningún movimiento. Un ejemplo de esto es la articulación entre los dientes y la mandíbula. Excepto cuando tus dientes de leche son reemplazados por los dientes permanentes, estos nunca deben moverse de su unión.
La mayoría de las articulaciones tienen mucho movimiento, aunque no todas se mueven de la misma manera. Los dos tipos que veremos aquí son las articulaciones de bisagra y las articulaciones redondeadas.
Como su nombre lo indica, las articulaciones de bisagra sólo se mueven hacia adelante y hacia atrás como una bisagra. Los codos, las rodillas y los nudillos son articulaciones de este tipo. Son de movimiento limitado, pero son articulaciones muy estables. Esto hace que sean buenas para cargar peso. La próxima vez que levantes una roca pesada, observa lo potentes y estables que están tus codos cuando se mueve en una dirección, como ellos hacen. Las rodillas actúan de la misma manera, excepto que están llevando todo el peso corporal sobre ellas. Así que si te caes al levantar un gran peso, es que tus rodillas están soportando mucha más presión y puedes resultar lastimado con mayor facilidad. Por suerte los fuertes músculos y ligamentos de la zona protegen a las rodillas del uso y desgaste diarios.
Las articulaciones redondeadas y huecas tienen un rango completo de movimiento. Esto significa que permiten la rotación circular de los huesos. Los hombros y las caderas son articulaciones de este tipo. Ellas tienen mayor movimiento que las otras articulaciones del cuerpo, algo que resulta muy útil, porque nos permite levantar cosas sobre nuestras cabezas o colgarnos de nuestras manos. Sería muy difícil de trepar a los árboles o subir escaleras sin una articulación redondeada y hueca. Desafortunadamente, debido a que estas articulaciones tienen mucho movimiento, no son tan estables como las articulaciones de bisagra. No es raro que las personas, especialmente los atletas que practican deportes duros, sufran por articulaciones dislocadas en los hombros.
Las articulaciones de la cadera tienen menos movimiento, ya que se mantienen firmes en su lugar por los ligamentos y los tendones. Son más estables que las articulaciones de los hombros, lo cual es muy bueno o de lo contrario nunca podríamos escalar montañas, esquiar o danzar.
La caja torácica
La caja torácica está formada por 12 pares de costillas curvas (24 costillas). Todas ellas se unen en la parte posterior de las vértebras torácicas. Los 7 primeros pares se denominan costillas verdaderas y están unidas al esternón (hueso del pecho) en la parte delantera. Los 5 pares de la parte inferior se denominan costillas falsas. Los 3 primeros pares de costillas falsas están conectados con el esternón por el frente sólo mediante un puente de cartílago. Los 2 pares falsos de la parte inferior no están conectados en lo absoluto, se denominan costillas flotantes. Las costillas se consideran huesos planos.
La función de la caja torácica es proteger el corazón y los pulmones, así como anclar importantes músculos que ejecutan los pulmones durante la respiración. Los músculos del diafragma y los intercostales fijados a la caja torácica ascienden y salen cuando inhalamos. Esto expande los pulmones y trae el aire hacia ellos. Cuando los músculos se relajan, la caja torácica se hace más pequeña nuevamente y exhalamos.
El hombro
Cada hombro tiene sólo 2 huesos, la clavícula y la escápula. La clavícula se encuentra justo sobre la primera costilla y se une a la escápula por la parte superior del esternón. La escápula, un triángulo de hueso aplanado que permanece en la parte posterior de la caja torácica, forma una especie de plato poco profundo donde se encuentra la cabeza del húmero de cada brazo.
La función principal de esta articulación es el movimiento del brazo. Se trata de una articulación hueca y redondeada, que le da al brazo un gran rango de movimiento, pero no es tan estable como la articulación del codo (de bisagra) y puede sufrir una lesión (luxación) con más facilidad. La articulación del hombro se mantiene unida mediante los músculos y tendones que forman lo que se llama manguito de los rotadores.
El cráneo
El cráneo se compone de los huesos del cráneo y los huesos faciales, que incluyen la mandíbula. Las articulaciones de los huesos craneales y faciales se denominan suturas. Los 8 huesos craneales incluyen un hueso frontal, 2 huesos parietales, un hueso occipital y 2 huesos temporales, el hueso esfenoides y etmoides. Los 14 huesos faciales incluyen la mandíbula, los 2 huesos maxilares, 2 huesos cigomáticos, 2 huesos nasales, 2 huesos lagrimales, 2 huesos palatinos, un vómer y 2 huesos chonchas nasales.
El cráneo rodea y protege el cerebro, así como los órganos de la audición y el equilibrio. Los huesos faciales forman la estructura de la cara, sostienen los ojos, los órganos para el gusto, el olfato y anclan los dientes. Además mantiene a los músculos que sostienen la cabeza hacia arriba, que nos permiten masticar y formar expresiones faciales. La mayoría de los huesos del cráneo son huesos planos, a excepción de la mandíbula. La mandíbula está fijada al cráneo mediante una articulación de bisagra y es el hueso más grande y fuerte del cráneo.
El brazo (miembro superior)
El miembro superior incluye al húmero, el radio, el cúbito (antebrazo) y los huesos de la mano: carpo (muñeca), metacarpianos (palma) y falanges (dedos y el pulgar). El húmero es un hueso largo conectado al hombro por una articulación redondeada y al codo por una articulación de bisagra. El radio está en el lado del pulgar en el antebrazo. El cúbito está en el lado del meñique en el antebrazo e incluye el codo.
La columna vertebral (espina dorsal)
La columna vertebral incluye 7 vértebras del cuello llamadas vértebras cervicales, 12 vértebras en el pecho llamadas vértebras torácicas, 5 vértebras de la espalda inferior llamadas vértebras lumbares, el sacro que es la parte de atrás de la pelvis y el hueso de la cola o el cóccix.
La columna vertebral se compone de 26 huesos irregulares. Se une al cráneo en la parte superior y a la pelvis en la parte inferior, donde se ancla a las extremidades inferiores. Rodea y protege a la médula ósea en su interior, además sostiene la caja torácica y los fuertes músculos de la espalda que mantienen el cuerpo erguido. Cada vértebra está separada por un disco que ayuda a amortiguar los huesos de la espalda a medida que nos movemos. La columna vertebral de un adulto promedio mide aproximadamente 28 pulgadas de largo. Tiene una forma de S, que la ayuda a ser fuerte y flexible.