La garcilla bueyera es un único miembro del género Bubulcus. Parece que están haciéndolo muy bien en la naturaleza, y de todas las garzas, son las que menos preocupación tienen en cuanto a su supervivencia global.

Estado de conservación: preocupación menor.

Descripción. La garcilla bueyera tiene el cuerpo más pequeño que otros de su misma categoría de aves. Sus plumas poseen un cierto marrón también, en lugar de ser todo blanco. En la cabeza poseen pelos largos de color marrón y en forma de corona. Su pico es delgado, de color rojizo en su base y luego de color amarillo brillante en la punta. Sus patas son delgadas y cortas, con una coloración marrón rojiza.

Distribución. A diferencia de la mayoría de las garzas, la garcilla bueyera se encuentra alrededor de los pastos y caminos, en lugar de alrededor de los cuerpos de agua. Son nativas de África y Asia, pero han sido transportadas a lugares en todo el mundo. En la década de 1940 fueron traídos a los Estados Unidos, y hoy en día son abundantes en zonas de Alaska, pero se sabe que viven en todos los estados. Lo hacen muy bien en cautiverio y se han colocado en zoológicos de todo el mundo.

Comportamiento. Es frecuente encontrar a la garcilla bueyera en torno al ganado, caballos, y a veces incluso tractores. La razón por la que lo hacen, es que estos movimientos revuelven abundantes insectos, que consumen. A veces se ven dando vueltas sobre las espaldas de los animales, ya asi que son capaces de conseguir se comida mientras conservan la energía. No se comen los parásitos de los cuerpos del ganado o los caballos, esto es un mito común.

Alimentación. La garcilla bueyera busca comida en la hierba, además de seguir a los animales y tractores. Son oportunistas, por lo que se comerán todo lo que puedan encontrar cuando se les ofrece. Son atraídos al fuego, porque saben que a menudo habrá varios insectos alrededor. Las arañas son una parte común de su dieta.

A menudo comen saltamontes, un beneficio para los agricultores. Los saltamontes pueden destruir rápidamente los cultivos, por lo que a los campesinos les gusta ver a la garcilla bueyera alrededor, saben que van a ayudar a aliviar el problema, de modo que no es necesario usar toneladas de plaguicidas.

Reproducción. Cuando llega el momento para la cría, la garcilla bueyera crea colonias alrededor de las islas de los pantanos y en los bosques. Crean nidos allí y una vez que se han apareado ambos  velarán por los huevos. Cada nido puede tener de 1 a 9 huevos, siendo la media de 3.

Después de que el polluelo llega, también se turnarán para su cuidado y para conseguir el alimento que necesitan para alimentarlos. Los jóvenes pueden ser muy agresivos y luchar por un espacio en el nido y el alimento. Cuando hay un gran número de ellos, sólo unos pocos y más fuertes sobrevivirán. Después de unos 45 días, el joven dejará el nido para cuidar de sí mismo, los padres y luego vuelven a su estilo de vida aislado.