Hace menos de 100 años todos podíamos mirar hacia arriba y observar el cielo nocturno, estrellado y espectacular. Pero si actualmente prestas atención y miras al cielo una noche cualquiera, podrás notar que ya no es posible ver tantas estrellas como antes. Esto se debe a que el uso incrementado y extendido de la luz artificial durante la noche no sólo está perjudicando negativamente nuestro entorno, también está afectando nuestra visión del universo.

¿Qué es la contaminación lumínica?

La mayoría de las personas están familiarizadas con la contaminación del aire, del agua y de la tierra por los desechos tóxicos y la basura que producimos a diario , pero ¿sabías que la luz también puede ser un contaminante?

La contaminación lumínica es el uso inadecuado o excesivo de la luz artificial, un fenómeno que puede tener consecuencias ambientales graves para los seres humanos, la fauna y el clima en general. Algunos componentes de la contaminación lumínica son:

• El deslumbramiento: brillo excesivo que causa molestias visuales
• El brillo en el cielo (sky glow): iluminación del cielo nocturno sobre zonas habitadas
• El traspaso de luz: la luz que incide donde no se pretende ni se necesita
• Las aglomeraciones lumínicas: agrupaciones brillantes, confusas y excesivas de fuentes de luz

Podría decirse que la contaminación lumínica es un efecto secundario de la civilización industrial. Sus fuentes incluyen la construcción de iluminación exterior e interior, la publicidad, las propiedades comerciales, oficinas, fábricas, farolas, instalaciones deportivas, entre otras. En muchos casos la iluminación exterior nocturna es demasiado brillante, está mal enfocada o mal protegida y en ocasiones es completamente innecesaria.

¿La contaminación lumínica es muy grave?

Este fenómeno se ha convertido en una preocupación internacional, ya que la mayoría de la población mundial vive en zonas urbanas o suburbanas. Para observar sus efectos solo hay que salir una noche y mirar hacia el cielo. Según la opinión de los investigadores, aproximadamente el 80% de la población mundial vive bajo skyglow, son algunos países muy desarrollados donde los habitantes ya no pueden experimentar una noche natural.

Efectos nocivos de la contaminación lumínica

Durante miles de millones de años, la vida en el planeta transcurrió mediante un ciclo de luz y oscuridad generado por la iluminación del sol, la luna y las estrellas. Hoy en día nuestras luces artificiales dominan la oscuridad y las ciudades brillan en la noche, alterando el patrón día-noche natural y cambiando el delicado equilibrio de nuestro medio ambiente. Algunos de los impactos negativos mensurables de la contaminación lumínica son el deterioro del paisaje celeste, el incremento del consumo energético, la interrupción del ecosistema y la vida silvestre, tanto terrestre como marina, y el daño a la salud humana, especialmente a través de enfermedades del sueño.

La contaminación lumínica afecta a todos los ciudadanos. Afortunadamente se ha convertido en la preocupación de muchos científicos, propietarios de viviendas, grupos ambientalistas y líderes cívicos, quienes están tomando medidas para restablecer la noche natural. Cada uno de nosotros también puede implementar soluciones prácticas para combatir este problema. A diferencia de muchas otras formas de contaminación, la contaminación lumínica es reversible. Podemos comenzar por reducir al mínimo el número de luces que usamos en nuestra casa durante la noche, utilizar la luz artificial solo cuando sea realmente necesario, proteger adecuadamente todas las luces exteriores y mantener las persianas cerradas para evitar que la luz llegue afuera. Conversa sobre este tema con familiares, vecinos y amigos. Haz que tomen conciencia y apliquen dichas medidas en sus viviendas y negocios.