Los guisantes, o conocidos con el nombre científico Pisum sativum es una pequeña planta que se cultiva para utilizar las semillas de sus vainas como alimento. A pesar de ser una planta común, la realidad es que la ciencia le debe mucho a esta especie en particular debido a que fueron el objetivo de los experimentos realizados por uno de los científicos más famosos de la historia, Gregor Mendel, quien tras varios años de experimentos a mediados del siglo XIX con dichos guisantes creo las conocidas como Tres Leyes de Mendel, que constituyen la base de todas las investigaciones genéticas actuales.
Mendel notó que dada la simpleza de los rasgos de los guisantes se podían determinar un conjunto de siete características que nunca se mezclaban entre sí. Entre las más distinguibles estaban que dichas plantas tenían flores blancas o púrpuras, las vainas podían ser verdes o amarillas, sus semillas redondas o arrugadas y sus tallos largos o cortos. Nunca existía una combinación de uno de estas características, lo cual llamó tremendamente su atención y lo incitó a realizar una investigación más detallada.
De esa forma Gregor Mendel empezó a realizar varios cruces entre especies con características opuestas mezclando así guisantes de tallos largos con los de tallos cortos, así como guisantes de vainas verdes con otros amarillas. Para su sorpresa la primera generación de plantas siempre resultaba con la misma característica que él llamó dominante, siempre tenían frutos verdes y otros tallos largos. Sin embargo la característica genética desaparecida aunque no se notaba visualmente, no estaba del todo perdida. Al mezclar entre sí a los individuos de la primera generación la cuarta parte de ellos emergía de nuevo con los tallos cortos así como con las vainas amarillas, mientras que las ¾ partes restante se mantenía con el rasgo dominante.
Mendel denominó lo que hoy conocemos como alelos, genes y carácter dominante y recesivo, registrando exhaustivamente la aparición de patrones que se manifestaban durante los cruces genéticos. Entre los años 1856 y 1863 se calcula que cultivó más de 28000 individuos de guisantes, realizando disímiles combinaciones entre características y generaciones de plantas, estudios que fueron documentados por el científico en detalle. Sin embargo no recibiría ningún reconocimiento en vida. No es hasta la de década de 1900 que los botánicos redescubrieron los trabajos de Gregor y quedaron asombrados de la exactitud de sus anotaciones. De esta forma Gregor Mendel sería reconocido como una de las figuras más ilustres de la historia y uno de los padres de la Genética.