Descripción. La Venus atrapamoscas es quizás una de las plantas más conocidas y más impresionantes. Sus hojas son capaces de cerrarse con el fin de atrapar los insectos que se acercan demasiado, los cuales le servirán como alimento. Esta característica resulta aun más impresionante si tenemos en cuenta que es capaz de lograr este movimiento sin obtener energía solar.

La planta es una roseta inocua y las láminas de sus hojas terminan en distintivas trampas formadas por bordes muy dentados. El exterior de las trampas generalmente tiene un color verde, mientras que los interiores tienen un pigmento rojo que varía dependiendo de la edad. Sobre el borde de cada lóbulo hay 14 a 20 dientes que apuntan radialmente desde la hoja trampa. El tallo de la flor de la Venus atrapamoscas está desprovisto de hojas y puede alcanzar hasta 30 cm de altura, mientras que la cápsula de las semillas es plana y contienen una sola semilla. En la temporada, se puede observar cómo nacen sus pequeñas flores blancas con tenues venas verdes y negro brillante.

Biología. La Venus atrapamoscas, como su nombre indica, es capaz de atrapar y digerir insectos. Los insectos son atraídos hacia las trampas en sus hojas por el pigmento brillante y el néctar secretado por una fila de glándulas, situadas justo por debajo de los dientes de la trampa. Por lo general, en los lóbulos internos se encuentran determinados pelos, que al hacer contacto con un insecto, provocan que la hoja se cierre a una velocidad increíble, asombrando a todo aquel que ha tenido la oportunidad de presenciar el funcionamiento perfecto de esta trampa natural. Se cree que este fenómeno ocurre debido al rápido incremento del ácido en las células de la superficie exterior de la trampa. Los dientes están enclavados con tal disposición que eviten el escape de una presa, y en caso de que la presa sea de gran tamaño, la planta debe cerrar su trampa herméticamente antes de comenzar a digerirla. Este proceso de cierre lento y hermético es disparado por señales químicas y mecánicas, que a su vez han sido liberadas por la presa durante la lucha por escapar y es ejecutado por áreas localizadas del crecimiento celular. Una vez que se ha producido el cierre, los dientes quedan apuntando hacia el exterior y la trampa se encuentra bien sellada, permitiendo que comience la digestión mediante la intervención de los jugos digestivos liberados por ciertas glándulas dentro de la pared interior de la trampa. La digestión casi siempre tarda de 7 a 10 días, luego la trampa se abrirá nuevamente e iniciará otra cacería. Curiosamente, una trampa sólo realiza este proceso de 3 a 4 veces,  después simplemente tendrá lugar la fotosíntesis.
La Venus atrapamoscas es una planta perenne, que produce flores desde mediados de mayo a principios de junio. Su método de polinización no se conoce todavía y aunque la polinización cruzada parece probable en este  caso, la autopolinización también es posible. Una teoría al respecto plantea que las semillas son dispersadas por el agua o por las aves que accidentalmente las recogen en el hábitat fangoso.

Distribución. La Venus atrapamoscas es endémica de América del Norte, se encuentra en el sureste de Carolina del Norte y en menor cantidad en el noreste de Carolina del Sur. Existe una pequeña población adicional en el norte de Florida, aunque se cree que se deriva, de alguna forma, de la población de Carolina.

Hábitat. La Venus atrapamoscas habita generalmente en las sabanas de pino, asociadas a suelos arenosos y de humedad casi constante.

Estado. Es una planta clasificada como vulnerable en la Lista Roja de la UICN del2006, y que figuran en el Apéndice II de la CITES.